Sobre la diversidad y la inclusión en el mundo IT

Continuamente encontramos búsquedas laborales dirigidas al género masculino, aun teniendo conocimiento de que las mujeres llevan años formándose en carreras IT. La forma de redactar estas publicaciones podría no hacer referencia a un género, sino simplemente a la posición que se necesita cubrir, hasta podrían incluirse símbolos como el “@” o la “X”, en caso de no usar lenguaje no binario. Entender que a algunas personas puede resultarle incomodo es, por supuesto, algo para construir y deconstruir como sociedad y lleva un tiempo, tanto colectivo y como individual.

Si pretendemos construir un mundo sano, respetuoso e inclusivo en Recursos Humanos, se puede empezar desde el más mínimo pero significante detalle. ¿Por qué? Porque se plantea desde hace tiempo la necesidad de inclusión laboral, y comenzando con un simple cambio de letra en una palabra le estamos diciendo a una persona que podría estar sufriendo discriminación, acoso o exclusión, que es bienvenida. Estamos comunicando que la persona puede ser y expresarse con total espontaneidad en una entrevista y en su trabajo, ya que lo que se tiene en cuenta es su formación y su capacidad para aportar a un puesto.

A través de estos pequeños cambios en la redacción podemos expresar que detrás de la búsqueda hay una empresa que brinda oportunidades sin importar las características físicas ni la identidad de género, entre otras. A partir de esto, se produce un cambio en la imagen que tienen las personas de una empresa, y se animan a enviar sus CVs o a asistir a entrevistas sin sentir el temor previo del que hasta se acostumbran a sentir.

Si vamos a hablar de inclusión y diversidad nadie puede quedar afuera, hay múltiples diversidades y múltiples capacidades. Estas palabras son amplias y como tales, no podrían reducirse a una “inclusión selectiva”, porque entonces si solo se apunta a la diversidad de género quedan de lado quienes tienen una discapacidad y viceversa.

Por otro lado, las personas que reclutamos sabemos bien que hay decisiones que sobrepasan nuestras intenciones y que si una empresa no elige a una persona por identidad no podemos manejarnos con total autonomía, por eso es desde la reflexión y la concientización que de a poco vamos ampliando las perspectivas y las miradas.

Cuando algo nuevo hace ruido es tiempo de darle importancia y preguntarnos: ¿Por qué me incomoda que se escriba de cierta forma? ¿Por qué sería necesario hacerlo? ¿Quién queda afuera de una redacción? ¿A quién no se tiene en cuenta en los procesos de selección? ¿Cómo se puede mejorar?  Esto abre una puerta que nos permite crecer como personas y como profesionales de Recursos Humanos.

¿Entonces?

Si empezar por un pequeño cambio podría ser el inicio de muchos otros, ¿por qué no plantearlo? Esto no solo nos lleva a ser mejores profesionales y personas con más empatía, sino que implica que no somos indiferentes a las subjetividades de quienes están en búsqueda laboral. Reconocernos en los errores ya es un comienzo. Luego debemos pensar cómo hacer que la persona que está buscando trabajo se sienta visibilizada y aceptada para mejorar el mundo de los Recursos Humanos.

En los últimos tiempos algunas empresas, organizaciones, fundaciones y consultoras están haciendo su aporte para fomentar la inclusión laboral, ofreciendo capacitaciones, cursos, charlas gratuitas o entrevistas. Cada vez más personas reconocen que en la diversidad un equipo de trabajo es más funcional, y que en esa interrelación es donde se fundan ideas enriquecedoras.

Sobre la autora: Soy Antonella Bertoglio, tengo 30 años, nací en Mar del Plata y vivo en La Plata. Soy vegetariana hace 9 años, amo hacer mi propia comida, escribir y bailar. Hace un año soy Recruiter IT y estoy terminando la carrera de Psicopedagogía, así que voy aprendiendo sobre relaciones humanas en ambos campos. También hice una capacitación en selección de RR.HH. con perspectiva de diversidad sexual y afectiva.

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