En incontables ocasiones un recruiter recibe curriculums de candidatos que cuentan con experiencia freelance, es decir que han trabajado de forma independiente sin pertenecer a la nómina de una empresa. Muchas veces su trayectoria laboral es muy buena, muy rica, sólo que la persona no expresa esto de la mejor manera en su CV, lo cual genera que la hoja de vida pierda su peso y quede muy “frágil”.
¿Qué podemos hacer para presentarlo de forma positiva, que impacte y sea considerado por un cliente?
La mayor parte de las empresas le presta mucha atención a los más mínimos detalles, en especial cuando un candidato llega con experiencia freelance.
Teniendo en cuenta esta minuciosidad se debe dar la máxima cantidad de información posible, enumerando cada experiencia de forma específica, ya que no se tiene el respaldo del trabajo en una corporación detrás.
Es recomendable explicar en cuántos proyectos se trabajó, de qué se trataban, su duración, cuáles fueron los clientes con los que se relacionaron y las tareas bien determinadas.
A su vez, debería estar respaldada en las plataformas correspondientes (como GitHub, Stackoverflow o LinkedIn) para que, de esta forma, el cliente pueda ver el alcance de cada uno de los proyectos y las herramientas de ingeniería de software que fueron utilizadas.
¿Por qué es importante mencionar todo esto? Porque mientras más datos haya, más credibilidad genera, y a su vez, da a entender en qué industria se trabajó.
También es relevante destacar que, al ser una posición freelance, se vuelve necesario realizar las tareas de una forma eficiente. De esta manera la persona evita el riesgo de que se interrumpan sus funciones en el proyecto, puesto que no es tan común que los errores sean perdonados, como podría llegar a suceder en una posición fija.
Un candidato que tiene esta trayectoria cuenta con mucha adaptación y flexibilidad, sabe venderse de forma adecuada y tiene habilidades de comunicación para poder desempeñarse de forma duradera.
A modo de conclusión, tener experiencia freelance debería ser interpretado como un activo valioso en el mundo laboral actual, teniendo en cuenta que la economía y la forma en la que trabajamos va evolucionando. La experiencia freelance es un testimonio de habilidades valiosas que deberían ser reconocidas y valoradas por los empleadores.
